Después del largo mes de diciembre que como ya hemos hablado estuvo lleno de actividades por parte del coro y que prácticamente no nos dejo días libres para celebran la cena de Navidad todos juntos, se decidió posponer la comida a los primeros días del mes de enero. Dicho y hecho, ya estábamos otra vez metidos en faena.
Al medio día del 7 de enero fuimos llegando poco a poco a una estupenda casa de uno de los componentes en el recinto donde se celebra la romería de Corrales, un sitio encantador y un día que nos acompaño en lo climatológico.
Todos con comida y bebida bajo el brazo, buenos dulces y tartas, buena carne, etc. Hacían presagiar un domingo de escándalo. Hasta bien entrada la tarde con guitarrita y buen cante, como es lógico, fuimos viviendo un magnifico domingo de convivencia.