El pasado día 4 de Noviembre, dos semanas más tarde de lo habitual ya que el INFOCA había prolongado 15 días más el periodo de alto riesgo de incendio, de nuevo no reuníamos entorno a nuestro Simpecado para cantar la misa, esta vez en la tradicional Paella que todos los años realiza la hermandad. Un día que amaneció bastante bueno, después de unos jornadas de agua que presagiaba la suspensión del evento en el campo y el traslado hasta el Rocío como en otras ocasiones se ha hecho cuando llueve, y que sirvió como primer contacto entre los hermanos de nuestra hermandad para este nuevo curso rociero.
Tras el rezo de la Santa Misa vivimos una magnífica jornada de convivencia en la Matilla, paraje que tan seriamente estuvo amenazado por el incendio de este verano y que gracias a la Santísima Virgen podemos seguir disfrutando de su belleza.
Ahora a meterse de lleno con la Navidad que está a la vuelta de la esquina, a seguir trabajando con fuerza y con ganas para el engrandecimiento de nuestra Hermandad con lo que nosotros podemos y sabemos hacer, cantar.